La ganadería tradicional es la actividad ganadera que se realiza de la misma manera en la que se ha realizado durante milenios. En la misma, los animales viven al aire libre, en plena naturaleza, alimentándose de los pastos donde se ubican.
Desde el nacimiento de la ganadería hace 10.000 años, esta se ha mantenido prácticamente intocable hasta la llegada de la ganadería intensiva, ya en el siglo XX. Este tipo de ganadería se caracteriza por el engorde artificial, creando estrés en los animales y generando una mayor cantidad de residuos.
Los animales se encuentran en granjas donde no tienen apenas espacio y con el objetivo de engordar lo más rápido posible antes de ser sacrificados, para alcanzar la mayor rentabilidad posible. Este tipo de ganadería ha abaratado la carne, pero a la vez ha supuesto un problema para el medio ambiente.
Con la fórmula de la ganadería tradicional, por el contrario, se fomenta la sostenibilidad de las explotaciones ganaderas. No solo se respeta el medio natural, sino que los animales ayudan en la lucha contra los incendios forestales o incluso favorecen la forestación.
No es que tenga un impacto medioambiental menos negativo, es que su impacto medioambiental es completamente positivo. Por ello, cada vez hay más iniciativas locales, autonómicas, nacionales y europeas que tratan de incentivar y divulgar las ventajas que tiene este tipo de ganadería.
Las ventajas no se quedan únicamente en el medio ambiente, sino que también se notan en el sabor de la carne. Al tratarse de animales criados en libertad, sin ser sometidos a estrés y que hacen ejercicio al aire libre su carne tiene más fuerza y un sabor mucho más agradecido al cocinar, permitiendo una gastronomía más ética y sabrosa.
Razas adaptadas al medio donde se ubican

Un concepto clave del funcionamiento de la ganadería tradicional tiene que ver con las razas bovinas utilizadas. En la ganadería tradicional se utilizan razas que han mostrado su rusticidad y capacidad de adaptación al medio donde se ubican.
A lo largo de los siglos y milenios, las razas bovinas (y, por supuesto también las ovinas, caprinas o porcinas) han ido adaptándose a las condiciones del medio en el que se encontraban. Estos siglos de evolución hacen que hoy en día haya razas muy diferentes en países de tamaño medio como España.
Por ejemplo, en la provincia de Cádiz encontramos la raza retinta, en Asturias la asturiana, la charra en Salamanca, la negra avileña en Ávila y alrededores o la rubia gallega en Galicia. Cada una se ha sabido adaptar a la perfección al medio donde se ubica y a sus condiciones climáticas, a los pastos habituales, etc…
De esta manera, los ganaderos conseguían que los animales tuvieran todo lo que necesitaban y los consumidores encontraban carne de proximidad de la mayor calidad posible en todo momento.
En la actualidad, es posible encontrar cruces e incluso razas extranjeras en la ganadería tradicional, pero siempre se busca que las condiciones en sus lugares de origen sean similares para que la crianza sea óptima y también el resultado.
La ganadería extensiva, la ganadería tradicional modernizada

Muchas veces a la ganadería tradicional se le denomina también ganadería extensiva. Dependiendo de la normativa a la que se acojan no siempre es lo mismo, sino que puede tener características diferenciadas.
La diferencia principal, en los casos en los que se da, es la que la ganadería extensiva aprovecha los conocimientos adquiridos con el paso de los años para garantizar la sostenibilidad.
Es decir, mientras que en la ganadería tradicional no había un límite concreto a cuántas cabezas de ganado podía sostener un territorio, ahora sí se sabe cuál es el máximo que puede ser sustentable, de manera que se eviten riesgos innecesarios y se proteja el medio ambiente.
También se ve en la alimentación, pudiendo suplementarse mediante piensos de cereal en épocas de sequía, consiguiendo que los animales tengan los minerales y vitaminas que necesitan para su correcto desarrollo. El medio ambiente se beneficia y también los animales.
Más información: Impacto ambiental de la ganadería extensiva
El concepto de la carga ganadera

El concepto más importante de la ganadería tradicional extensiva es la carga ganadera. Por este nombre conocemos al número de unidades de ganado mayor, también conocido por sus siglas UGM, que puede tener una zona por hectárea.
Siguiendo esta filosofía de aplicar los conocimientos científicos y medioambientales que se han adquirido en la ganadería tradicional, esta carga no es siempre la misma en un territorio, sino que va cambiando con carácter anual. Cada año será diferente.
Dependiendo de la pluviosidad, el estado de los pastos y las condiciones climáticas, se podrá tener un mayor número de UGM por hectárea o un número inferior en una zona. Esto hace que, por ejemplo, una explotación ganadera en Cantabria o Asturias tenga habitualmente un UGM muy superior al que hay en Extremadura o Andalucía, donde el pasto y el agua es menor.
La carga ganadera se rige por la Política Agraria Común (PAC) de la Unión Europea. Junto con expertos locales, son los que establecen cuál es la carga ganadera que puede sostener cada territorio. Cumplirlo es indispensable para ser considerado ganadería extensiva.
La suplementación en la alimentación

El otro punto importante tiene que ver con la alimentación. Aunque la ganadería sea tradicional, los animales cuentan con atención veterinaria y los ganaderos se aseguran que tengan los nutrientes que necesitan en todo momento para su desarrollo.
Por ello, en momentos como el verano, cuando los pastos se reducen, es posible que el ganado pueda comer piensos de origen cereal enriquecidos con vitaminas y minerales en caso de que sea necesario.
De esta manera se evita las hambrunas que podían matar a parte del ganado en la ganadería tradicional histórica y se mantiene una alimentación óptima durante todo el año.
También se pueden salvar tras incendios que destruyan los pastos. Este tipo de situaciones no se pueden prever al calcular la carga ganadera.
Al estar bien alimentados y viviendo al aire libre, los animales no sufren estrés, por lo que tienen una vida agradable y lo más parecida posible a la que tendrían si vivieran de forma salvaje. Esto no solo es más ético sino que permite un sabor de la carne muy superior.
¿Por qué te contamos esto?
Precisamente eso es lo que hemos buscado con este Grupo Operativo VACUSOS y su grupo hermano SOSTVAN, que cada vez que te juntes con los tuyos a celebrar algo alrededor de una mesa, puedas tratar con el mismo respeto a la carne como el que nosotros hemos puesto en su crianza tradicional. Gracias a VACUSOS, cada pieza de nuestros animales que disfrutes, también estás contribuyendo a extender todo lo bueno de ese momento al entorno rural, al medio ambiente, a su gente… Cuando hablamos de sostenibilidad, cada pequeño gesto suma; ahora gracias al GO VACUSOS y nuestro desarrollo de nuevas sensorizaciones y formulaciones de alimentación de proteinas de alta digestibilidad, muchas explotaciones extensivas de vacas nodrizas podrán también producir ternera para consumo. Eso significa, menos gases emitidos, menos nitrógeno aportado al suelo, más rentabilidad para los ganaderos tradicionales y, en consecuencia, una gran oportunidad para el entorno rural y el anclaje demográfico en nuestra querida España interior.
Sobre el proyecto VACUSOS
VACUSOS es un proyecto innovador creado para mejorar la rentabilidad de las explotaciones tradicionales de vacas nodrizas, mediante la incorporación de nuevas estrategías de alimentación y sensorización en las explotaciones, permitiendo el engorde de terneros en la misma finca. Cerrar el ciclo de producción reduce los costes de transporte (y emisiones de CO2), también ayuda a los ganaderos a capturar una mayor rentabilidad de los animales y permite que el ganado sea alimentado en libertad de movimiento. Gracias a los avances en nutrición, también se consigue que la alimentación basada en pasto sea complementada con Heno producido en la misma finca, complementado con proteina de alta calidad que reduce las emisiones de nitrógeno de los animales. Descubre todo lo que necesitas saber en nuestra sección «sobre vacusos».
El organismo responsable del contenido de esta página web son los socios beneficiarios del GO VACUSOS, el cual ha sido propuesto como beneficiario de las ayudas a la ejecución de proyectos de innovación de interés general por grupos operativos de la Asociación Europea para la innovación en materia de productividad y sostenibilidad agrícolas, dentro del Programa Nacional de Desarrollo Rural 2014-2020. La financiación de estas ayudas se realizará en un 80 por ciento con cargo al Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) y en un 20 por ciento con cargo al Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación, siendo la autoridad de gestión encargada de la aplicación de la ayuda la Dirección General de Desarrollo Rural, Innovación y Formación Agroalimentaria (DGDRIFA). El presupuesto total de la ayuda asciende a 592.376,90 euros.